Estamos viviendo una situación inaudita, una situación que creíamos que nunca iba a suceder. Sin embargo han habido otras situaciones parecidas con el cólera en 1833 y la gripe en 1918.
De todo lo negativo siempre se puede sacar algo positivo y eso es lo que puede suceder con nuestros perros, en el caso de que tengan problemas de comportamiento derivados de demasiados estímulos o miedos. Ahora tenemos oportunidad de mejorar el comportamiento de muchos de nuestros perros. Hay perros que tienen miedo a la calle, que tienen problemas con otros perros o que se ven desbordados por la gran cantidad de estímulos de la calle. Además es magnífico escenario para todos esos perros con ansiedad por separación.
Ante todas estas situaciones, la calma es indispensable. Nuestra actitud frente a estas situaciones es determinante. Ni que decir tiene que todas estas situaciones son de psicología canina y debemos entender que a los humanos nos cuesta superar nuestros traumas y miedos, teniendo una capacidad intelectual superior, por lo que a los perros les va a costar muchísimo más afrontar sus miedos. Es una maratón, no una carrera de velocidad y estamos en la obligación de permitir que se equivoquen aún habiéndolos superado.
¿Cómo va a ayudar esta situación a los paseos por la calle?
Esta situación de emergencia nos obliga a mantener distancias con otros perros y propietarios, por lo que si tu perro sufre de re-actividad hacia otros perros, va a dar unos paseos más relajantes y va a poder comprobar poco a poco que aquello que le da miedo o le excita, no es ‘peligroso’ y paulatinamente va a coger confianza a la hora de afrontar los paseos por la calle.
Nicolás Planterose aconseja en sus seminarios, que mantengamos siempre una distancia de seguridad en la cual el perro se sienta seguro, y desde esa distancia pararnos para que el perro pueda asimilar que eso que le provoca temor, no es ninguna amenaza y que pueda ‘darle al coco’.
Además ahora los paseos van a ser en las inmediaciones del domicilio, el sitio más inmediato después del hogar (el sitio más seguro para ellos). Los paseos han de ser cortos, pero no por ello poco estimulantes. Dejemos al perro pasear a su ritmo y guiémosle, sin tirones, ni prisas.
Fomentemos el olfateo de los lugares cercanos a tu casa, para que siga entendiendo qué es lo que pasa cerca de tu vivienda.
Mi perro sufre ansiedad por separación ¿Cómo me puede ayudar el confinamiento?
Muchas de las situaciones de ansiedad por separación se deben a que nuestro perro tiene muchísima dependencia de nosotros y no sabe afrontar situaciones sin que nosotros estemos cerca.
Eduardo Cabanillas ha realizado varios seminarios con la idea de que el perro perfecto es el perro que vive sin la ayuda de los humanos. En países como India y Nepal los perros tienen cero problemas de comportamiento y son unos perros tranquilos que no se meten en problemas.
Por lo tanto esta situación de cuarentena, debemos tomarla como un momento en el que el perro empiece a notar que aunque estemos nosotros en casa, no hay interactuación excesiva con nosotros y que la diferencia entre que estemos en casa y no estemos sea parecida.
Ni que decir tiene que no tomemos al pie de la letra, si nuestro perro solicita caricias o mimos, no dudemos en dárselas, pero evitaremos en la medida de lo posible ir nosotros detrás del perro. Podemos compartir momentos de sofá, de siestas, de lectura, pero simplemente será nuestra presencia. Paulatinamente el perro empezará a desligarse de nosotros (en el sentido más positivo de la expresión), al igual que un adolescente empieza a tomar sus propias decisiones y a vivir su vida. Debemos entender que un perro que toma sus propias decisiones y que basa su aprendizaje en su propia experiencia, es un perro que no va a necesitar de nuestras órdenes para relacionarse con su entorno.
Y para que tengáis más información, nuestros amigos de Eurekan y Walking Dogs hicieron un directo hace unos días en el que podéis ampliar la información que os hemos adelantado en este artículo.