Si hay algo por lo que Alicante es ideal para visitar con nuestros perros es porque el clima es muy agradable prácticamente todo el año y esto invita a pasear y disfrutar de la ciudad al aire libre y con tranquilidad.
Alicante no se caracteriza especialmente por disponer de muchos establecimientos de hostelería petfriendly, pero nos ofrece multitud de terrazas al aire libre donde podremos estar con nuestro perro sin problema alguno. Dado que nuestra ciudad no es una gran urbe, puede disfrutarse sin grandes aglomeraciones y es un destino ideal para pasar un fin de semana o un puente en cualquier época del año.
Su festividad más importante son las Hogueras de San Juan y se celebran a finales del mes de junio (el día 24 es la fiesta mayor). La semana anterior y posterior a la fiesta mayor no es recomendable visitar la ciudad con perro por las celebraciones con mascletás, cohetes y petardos.
Disfrutar de Alicante es conocer su gastronomía, sus playas, paseos, jardines y edificios emblemáticos.
En lo más alto destaca el Castillo de Santa Bárbara (al que no se permite el acceso con perro) y bajo él se encuentra la playa del Postiguet y el Paseo de Gómiz, ideales para disfrutar de las vistas al mar tomando un refresco y aperitivo. Junto a ellos el Paseito Ramiro, enclave histórico donde se encuentran los restos de la muralla de Alicante (S. XVI).
La playa urbana del Postiguet conecta con el “Paseo Volado” que, construido con motivo de la “Volvo OceanRace”, prolongó la zona de ocio de Alicante 500 metros hacia el mar.
Podemos continuar nuestro paseo por la Marina Deportiva, lugar de encuentro para aficionados a los deportes acuáticos.
Cruzando la calle y en paralelo a ella encontramos uno de los lugares más emblemáticos de Alicante: la Explanada y el Parque Canalejas. Este parque es un lugar tranquilo en medio de la ciudad que invita al paseo sosegado y la conversación. En la Explanada de España (cuya superficie la componen seis millones y medio de teselas de mármol que dibujan un mosaico ondulado en rojo, negro y blanco) encontramos dos de los edificios más importantes de la ciudad: la Casa Carbonell (1922) y el Real Casino. Junto a ellos multitud de tiendas, terrazas y restaurantes.
Existen, además, dos plazas que no debemos pasar por alto: la Plaza de Gabriel Miró y el Portal de Elche (antigua Plaza de las Horcas, donde se impartía justicia). Ambas con frondosos ficus centenarios, son ideales para tomar algo de fresco en verano. Otro lugar que visitar es la Plaza de Luceros.
La Plaza de la Santísima Faz (a espaldas del Ayuntamiento, que también recomendamos conocer) es uno de los rincones más pintorescos y actúa de puerta de entrada al barrio antiguo. El Barrio de Santa Cruz es también emblemático de Alicante.
Entre paseo y paseo viene bien hacer un alto para reponer fuerzas y disfrutar del típico “tardeo alicantino”en las inmediaciones de El Barrio, Mercado Central y C/ Castaños, o de una horchata, batido o un “bollo relleno de helado” en “Horchatería Azul” (negocio familiar fundado en 1942).
La Playa Agua Amarga es ideal para darnos un baño con nuestro perro: dispone de un chiringuito petfriendly adaptado en el que tanto humanos como perros podemos comer y beber.
Si os apetece coger el coche y visitar un lugar cercano y diferente, os recomendamos “El Rinconcito”. Junto al Parque El Marjal (cercano a Playa de San Juan), cintas de todos los colores con mensajes de agradecimiento decoran un árbol de enorme copa y honran la memoria de perros y gatos fallecidos. Un lugar enclavado en medio de un parque donde el paseo libre con perro está permitido y que, sin duda, os dejará huella.
Texto e imágenes: Elma Ladra Blog