Todo lo que debes saber sobre la procesionaria

Todo lo que debes saber sobre la procesionaria

Si hace unas semanas os hablábamos de la procesionaria, cómo detectar si vuestro peludo ha entrado en contacto con ella y cómo actuar; hoy continuamos hablando de esta oruga para contarte todo lo que debes saber sobre la procesionaria y aún no os habíamos contado.

El ciclo de vida de la procesionaria

Si queremos llegar a tener un conocimiento verdaderamente completo sobre la oruga procesionaria, el primer paso es conocer su ciclo de vida. Si bien, los tiempos del ciclo variarán ligeramente según la zona, el principal factor que influirá en él y en su delimitación temporal será la temperatura. En este sentido, el aumento general de las temperaturas medias ha favorecido su expansión y ha facilitado su llegada hasta zonas más altas, en las que antes tenía una presencia residual o nula.

Las larvas de procesionaria aparecen en el primer cuatrimestre del año, es decir, entre los meses de enero y abril, cuando las temperaturas empiezan a subir tras el invierno. Dependiendo de la comunidad autónoma y de las temperaturas medias de la misma, la aparición de las larvas de procesionaria será más temprana (por ejemplo, Andalucía) o más tardía (por lo general, en el norte de España).

Las larvas se agrupan durante los meses fríos en los ya conocidos bolsones blancos que pueblan los pinos. Cada bolsón está fabricado con hilos por las propias larvas, alberga entre 100 y 200 ejemplares y puede llegar a medir hasta 20 centímetros. En este sentido, a más altas temperaturas, cada bolsón reunirá un mayor número de orugas y habrá más reproducciones.

La procesionaria se agrupa en bolsones blancos
La procesionaria se agrupa en bolsones blancos

A la caída del sol, las orugas salen de los bolsones en busca de comida, de forma alineada en sus características “procesiones” y después vuelven al bolsón cuando el frío de la noche empieza a hacer su aparición.

En este sentido, dado que los insectos se alimentan de los brotes de los árboles y de las acículas de las hojas y agujas de los pinos, los propios pinos resultarán dañados. No llegarán a matar al árbol, pero éste sí que sufrirá defoliaciones muy aparentes, dejando como resultado pinos esqueléticos y enfermos.

Posteriormente, entre los meses de abril y mayo, las orugas de procesionaria empezarán a descender de las copas de los pinos, en grupo, formando esas agrupaciones en forma de procesiones que le han dado nombre. De esta forma, las orugas de procesionaria del pino dejan el árbol para enterrarse en la tierra, donde continuarán su transformación en mariposa, y crisalizar.

La hembra que encabeza la procesión buscará las características medioambientales más favorables para la maduración de las larvas. Así, en las zonas más frías o templadas, buscará zonas soleadas, con claros y bordes; mientras que en las zonas más cálidas se decantará por lugares más sombreados. Por lo general, la temperatura óptima para el enterramiento será de unos 20 grados.

La mariposa resultante de las larvas de procesionaria es la Thaumetopoea pityocampa, una mariposa nocturna. Éstas harán su aparición a mitad del verano, momento en el que saldrán de la tierra y, tras la cópula, realizarán una nueva puesta de larvas de procesionaria en las ramas de los pinos. La mariposa tan solo sobrevivirá durante 24 horas. Las orugas nacerán entre 30 y 40 días después.

Thaumetopoea pityocampa, mariposa nocturna resultante de las larvas de procesionaria
Thaumetopoea pityocampa, mariposa nocturna resultante de las larvas de procesionaria

Al eclosionar y nacer las nuevas orugas de procesionaria, éstas empezarán a alimentarse en el mismo lugar en el que aparecen, es decir, en el mismo pino en el que tuvieron su nido. Posteriormente sí se desplazarán a otras zonas para construir sus nidos de seda provisionales e iniciarán de nuevo el comportamiento gregario tan característico de sus cinco estados larvarios.

Así, durante su fase larvaria, las orugas de procesionaria se alimentarán activamente de los pinos y sus acículas, iniciando de nuevo el ciclo de vida de la procesionaria que acabamos de relatar.

Cúales son las especies de pinos más afectadas por la procesionaria

Por lo general, las especies de pinos más afectadas por la procesionaria son: el Pinus Nigra (pino laricio), el Pinus Canariensis (pino canario), el Pinus Sylvestris (pino silvestre); el Pinus Pinaster (pino pinaster); el Pinus Halepensis (pino carrasco), y el Pinus Pinea (pino piñonero).

Cómo eliminar la procesionaria

Existen diversos métodos para eliminar la procesionaria. Por supuesto, lo ideal sería prevenir su aparición, pero una vez que las larvas y sus bolsones blancos han hecho su aparición, existen también varios métodos para acabar con ellas. Eso sí, en la mayoría de los casos, no dependerá de nosotros, sino de las autoridades competentes.

Por ejemplo, los bolsones de procesionaria pueden eliminarse cortándolos uno a uno. Eso sí, en este caso, primero habría que regarlos bien para disminuir el riesgo de urticaria y nunca eliminaremos los bolsones que estén en las guías terminales, ya que éstas podrían dañarse y las consecuencias serían peores que dejarlos en su lugar.

Otra opción sería romper los bolsones. Dado que estos son muy urticantes, habría que hacerlo con un palo y mucho cuidado. El momento ideal sería al atardecer en un día especialmente fresco. De esta forma, si alguna larva hubiera escapado del bolsón, no tendría tiempo de rehacerlo a tiempo y moriría durante la noche.

La tercera alternativa, en lugar de atacar a los bolsones, iría dirigida a la eliminación de las orugas de procesionaria, aprovechando el momento en el que éstas bajan del árbol. Existen varias alternativas como, por ejemplo, colocar plástico duro pegado al perímetro del tronco en forma de embudo y llenarlo de agua, para que las orugas al intentar enterrarse, se ahoguen.

Oruga de procesionaria del pino
Oruga de procesionaria del pino

También es posible acabar con las orugas de procesionaria una vez enterradas. En este caso, se trataría de buscar las zonas de anidación, que podremos reconocer por los montículos de arena removida que aparecerán en la superficie ligeramente elevada. Una vez localizados los puntos de anidación de la procesionaria, habría que desenterrar las orugas y matarlas.

Pero, además de estos métodos más físicos, existen también varios métodos para eliminar la procesionaria que se basan en la química. Por ejemplo, las trampas de feromonas, con las que podemos capturar a los machos de procesionaria usando como cebo feromonas sintetizadas de las hembras. De esta forma, atraparemos a los machos e impediremos la fecundación.

También existen tratamientos químicos que utilizan maquinaria especializada para fumigar las zonas habitadas por la procesionaria; así como tratamientos mediante insecticidas ecológicos. Estos segundos solo podrán ser utilizados al inicio del otoño, dado que es la única fase del insecto que se ve afectada por dichos insecticidas.

Finalmente, tendríamos la posibilidad de acabar con la procesionaria mediante la introducción de otras especies que son sus depredadoras. Sería el caso de aves insectívoras como los carboneros y los herrerillos; de mamíferos como el llirón careto y los murciélagos; las avispas, las cigarras o las hormigas.

Si no queremos introducir estas especies directamente, también podemos potenciar su existencia y acercamiento a la zona, mediante la instalación de cajas nidos y comederos, que ejercen como reclamo y refugio para las aves insectívoras.

En todo caso, la elección de un método de eliminación de la procesionaria u otro dependerá de varios factores. Entre ellos: el nivel de infestación, la fase biológica de la procesionaria, las condiciones ambientales y la evaluación del posible impacto sobre seres humanos, animales y  medioambiente, que intentaremos mantener al mínimo.

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