Qué ver en Calella si viajamos con perro

Qué ver en Calella si viajamos con perro

Cuando viajamos con perro, es él (o ella) quien marca el ritmo y los lugares a visitar. Por supuesto, esto no nos impedirá pasear por las ciudades y contemplar sus edificios más emblemáticos, aunque quizá sí pueda limitarnos en ocasiones entrar a algunos de ellos. Del mismo modo, por lo general, quienes viajamos con nuestro peludo, solemos reservar siempre una buena parte de nuestras vacaciones a descubrir entornos naturales en lo que nuestro amigo de cuatro patas pueda explayarse a gusto.

En esta ocasión, os proponemos un viaje a una de las localidades costeras de la provincia de Barcelona, Calella, y por supuesto os contamos qué ver en Calella si viajamos con perro, resaltando no solo sus monumentos sino también algunas rutas por los alrededores que son más que recomendables.

Faro de Calella. Foto: Ajuntament de Calella
Faro de Calella. Foto: Ajuntament de Calella

Rodeada de mar y montaña, la ubicación de Calella es privilegiada, en un rincón del Maresme a apenas 50 kilómetros de las ciudades de Barcelona y de Girona y disfrutando de un clima casi privilegiado durante todo el año.

En la ciudad, podremos disfrutar de la arquitectura y el arte y descubrir la Calella renacentista, especialmente en torno a la Plaza del Ayuntamiento, antiguamente El Mercadal, que albergó el mercado de la población desde el año 1338 hasta principios del siglo XX, así como el primer núcleo de población.

Plaza del Ayuntamiento (antiguo El Mercadal). Foto: Ajuntament de Calella
Plaza del Ayuntamiento (antiguo El Mercadal). Foto: Ajuntament de Calella

En dicha plaza, encontraremos grandes muestras arquitectónicas como la Can Galceran “Can Giol” (año 1430, gótico-renacentista), la Antigua Casa Roger (actualmente Can Campaneria, estilo academicista), la Biblioteca Can Salvador de la Plaza (casa rural del siglo XIV, gótico-renacentista), el Ayuntamiento Viejo (siglo XIX, que aún conserva una hermosa portada de piedra de época medieval) o la Can Basant (1785, barroco).

También fuera de la Plaza del Ayuntamiento, si paseamos tranquilamente por Calella, encontraremos otros edificios dignos de contemplación como el Museo Archivo Municipal Josep M. Codina y Bagué (siglos XVI-XVII), la Capilla de Sant Quirze (siglo XV, gótico-renacentista), la Can Bartrina (siglo XVI, gótico renacentista, propiedad privada), la Can Redonda (siglo XV, gótico renacentista, propiedad privada) y la Iglesia de Santa María y San Nicolás (siglo XVIII, aunque el edificio original data del siglo XVI, neoclásico-barroco).

Torretas de Calella. Foto: Ajuntament de Calella
Torretas de Calella. Foto: Ajuntament de Calella

De interés son también las Torretas de Calella, una torre de telegrafía óptica de uso civil junto a otra militar que dejaron de estar en activo en el año 1862; así como el Faro de Calella, símbolo por excelencia de esta población barcelonesa, ubicado en la cima de un promontorio a unos 50 metros de altitud y desde donde tendremos unas vistas inmejorables tanto de la playa, como de la ciudad y las montañas del parque natural aledaño.

Espacios naturales que ver en Calella si viajamos con perro

Pero, como decíamos, en unas vacaciones a seis patas no pueden faltar los espacios naturales en los que nuestro querido amidog podrá correr y disfrutar de la naturaleza. En el caso de Calella, no podemos dejar de recorrer los bosques del Montnegre, en los que además podremos realizar varias rutas de distinta dificultad.

Así, caminando por las estribaciones del Parque Natural del Montnegre Corredor, os proponemos tres rutas: la Ruta de l’Esquirol, la Ruta del Corb Marí y la Ruta de la Guilla, cada una de ellas de distinta dificultad y duración, lo que os permitirá elegir la que mejor se adapte a vuestro ritmo y a vuestros planes.

Parc Natural del Montnegre Corredor. Foto: Ajuntament de Calella
Parc Natural del Montnegre Corredor. Foto: Ajuntament de Calella

La ruta más sencilla es la Ruta de l’Esquirol, de unos 3 kilómetros y una hora de duración, en la que avanzaréis rodeados de palmeras datileras y plataneros, a la sombra de los árboles en un refrescante paseo marítimo. Uno de los lugares que conoceremos en ella es el Parque Dalmau, lugar de reposo, ocio y disfrute de la naturaleza.

En cuanto a la Ruta del Corb Marí, es una ruta de dificultad media-baja, de unos 3 kilómetros de longitud y una hora y media de duración. Transcurre junto al mar, entre vegetación mediterránea y nos llevará hasta un mirador en las rocas desde donde podremos contemplar los cormoranes; así como a la atalaya de las torretas.

Finalmente, la Ruta de la Guilla es de dificultad media-alta, se extiende por 10 kilómetros y necesitaremos unas dos horas y media para recorrerla. En este caso, también encontraremos una buena representación de fauna mediterránea en nuestro avance por la Sierra de Guilles, que es un corredor biológico que da continuidad a las masas forestales del Parque Natural hacia el mar.

En todo caso, si aún con todo nos quedamos con ganas de más naturaleza y esparcimiento para nuestro peludo, al noreste de Calella encontraremos también uno de los espacios naturales más impresionantes de toda Cataluña, el Macizo del Montseny.

Dónde dormir en Calella si viajamos con perro

Y, como siempre, terminamos con una recomendación de alojamiento petfriendly en la zona. Si hemos elegido Calella como destino para viajar con nuestro perro, una buena elección es dormir en el Camping Bungalows El Far, un camping de carácter familiar, con múltiples opciones de alojamiento y de ocio, en el que nuestro peludo será más que bienvenido.

Instalaciones del Camping Bungalows El Far
Instalaciones del Camping Bungalows El Far

Construido en plena colina, el Camping Bungalows El Far es un auténtico mirador natural con unas preciosas vistas de Calella. Gracias a su espectacular ubicación, podremos disfrutar simultáneamente de la belleza del Mediterráneo y de las cordilleras costero catalanas.

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