Si hay alguna ciudad en Euskadi que hará las delicias de tu perro, ésa es Vitoria-Gasteiz. Su “Anillo verde” es un lugar en el que encontraréis numerosas rutas y paseos donde pasarlo bien después de visitar centro histórico y sus impresionantes palacios y edificios históricos.
Te recomendamos ir al bosque de Armentia y al parque de Salburua, donde hay árboles, humedales (el de Salburua es uno de los más grandes de Europa) y fauna salvaje: ciervos, aves, ardillas, corzos,… Y, a escasos 20 minutos de la ciudad, está el embalse de Ullibarri-Ganboa, un paraíso natural con playas interiores, áreas de recreo y dos circuitos que discurren al borde del agua.
Bilbao cuenta también con parques y zonas verdes para disfrutar con tu mascota. Para comenzar, te proponemos un paseo por la Ría del Nervión, sitio de esparcimiento para bilbaínos y visitantes. Desde la grúa Carola y el Palacio Euskalduna, que nos recuerdan el pasado astillero de la ciudad, hasta el Casco Viejo y Bilbao La Vieja, espacio alternativo donde tomar un aperitivo, pasando por los grandes iconos de la ciudad: el Museo Guggenheim, la Torre Iberdrola y los señoriales edificios de la Universidad de Deusto, Monumento Histórico. En el Guggenheim, imprescindible hacerse una foto con “Puppy”, la mascota del museo, y con la araña “Mamá” de Louise Bourgeois.
Si quieres grandes zonas de esparcimiento, también las encontrarás. En el centro, el Parque de Doña Casilda con más de 100.000 m2 y un poco más lejos, el monte Artxanda. Podréis llegar en funicular en pocos minutos y, una vez arriba, os encontraréis con bosques y senderos y unas magníficas vistas de la ciudad.
Si tienes tiempo no puedes perderte una visita al Puente Bizkaia, siguiendo la ría en su camino hacia el mar. El famoso “Puente Colgante”, entre Portugalete y Getxo, es Patrimonio de la Humanidad. En Getxo, el paseo junto a la ría ofrece vistas a las grandes mansiones de la burguesía vasca hasta la Playa de Ereaga y, después, un descanso para comer en el Puerto Deportivo, en el encantador Puerto Viejo o en el barrio de Algorta. Y, por la tarde, puedes continuar por la costa hasta la playa de Arrigunaga, los acantilados de la Galea y la playa de Azkorri.
Y, para finalizar, San Sebastián, una tranquila ciudad abierta al mar, con un paseo marítimo de 4 km desde la Playa de la Zurriola, la de los surferos y la más joven de la ciudad. Cerca, el Palacio Kursaal, sede del Festival de Cine, y el precioso Puente de la Zurriola, que deberéis cruzar para llegar al Teatro Victoria Eugenia y al Boulevard, que separa la Parte Vieja del centro. Durante todo el recorrido os toparéis con elegantes edificios como el Ayuntamiento, en los jardines de Alderdi Eder y antiguo Gran Casino, y desde donde pueden disfrutarse de las vistas a la famosa bahía de La Concha y acceder a una de las mejores playas urbanas de Europa.
Al final del arenal, están los jardines del Palacio Miramar, también con magníficas vistas, y el “Peine del Viento”, del reconocido escultor Eduardo Chillida, y donde en días de oleaje hay que andar con cuidado para no terminar empapados… aunque seguro que a tu perro le encantará.
En los alrededores de la ciudad, no podéis dejar de pasear por los montes que la rodean. Igeldo al que accederás en funicular; Urgull, al que accederás andando desde la Parte Vieja, y Ulia, la zona de senderismo más importante de la ciudad y antigua atalaya de avistamiento de ballenas.